Si Ud. me cambia el consonante, yo se lo puedo cambiar. Por: Jesús J. Ortega Weffe Estas líneas son una cordial respuesta al artículo de Luis Manuel Aguana “La trampa de la repetición” (disponible en: http://bit.ly/Y4DlEL ), en el que sostiene, con atractivos argumentos, que impugnar las elecciones del 14A ante la Sala Electoral del TSJ es poco menos que “darle el gusto” a los maduristas, quienes siempre esperaron que llegáramos a ese matadero para hacernos picadillo de la manera más mefistofélicamente elaborada: ¡repitiendo las elecciones! Según su visión, de esa manera el madurismo conseguiría legitimarse puesto que ahora los empleados públicos estarían aterrados, y por tanto se volcarían en masa a votar por Nicolás; y, además, se profundizaría el “fraude electrónico” con el que nos llevan muertos desde el inicio de los tiempos. Ante tan dramática posibilidad propone continuar presionando por el conteo del cien por ciento de los votos, con cuadernos y demás
- "No te enojes, Sancho, ni recibas pesadumbre de lo que oyeres, que será cosa de nunca acabar. Ven tú con segura conciencia, y digan lo que dijeren; y es querer atar las lenguas de los maldicientes lo mesmo que querer poner puertas al campo. Si el gobernador sale rico de su gobierno, dicen dél que ha sido un ladrón, y si sale pobre, que ha sido un parapoco y un mentecato".
-"A buen seguro" -respondió Sancho- "que por esta vez antes me han de tener por tonto que por ladrón".