Tips para evitar confusiones inducidas sobre la Auditoría
Por: Jesús J. Ortega Weffe
En razón del ruido que causaron las ruedas de
prensa de Oblitas y Ocariz ayer, le dejo aquí, amigo lector, mi visión del tema, con lo cual quiero
decir que lo que expongo no necesariamente sea la estrategia que tiene en mente
el Comando Simón Bolívar y el recién estructurado equipo que se encargará del
tema. Por lo tanto, es sólo una guía
para que Ud. aprecie mejor dónde estamos parados y baje el estrés.
1) En efecto, como se han encargado de
insistir tanto Lucena como Oblitas, el escrutinio
de los votos emitidos el 14A terminó.
Es justamente
el resultado de ese escrutinio lo que, al
ser puesto en duda, motivó la solicitud de Auditoría del 100 % de las Mesas
Electorales.
Esto involucra revisar en el 46 % de
tales Mesas, es decir, en el porcentaje de ellas que no se auditó el mismo día de la elección (quedaría un remanente
de algo más del 1 %; unas 6.000 mesas), las “cajas de resguardo” contentivas de
los “comprobantes de votación” (si lo prefiere, lea lo anterior como “urnas
electorales” y “papeletas”); y los Cuadernos de Votación, para contrastar lo
que allí se encuentra con lo que recoge el Acta de Escrutinio. Esto, además de
la evaluación del sistema automatizado.
Es muy importante la verificación de
las huellas dactilares (reporte de la información biométrica), por lo que creo
que el CNE no la facilitará, como no
lo ha hecho en las dos anteriores elecciones. Éste, pues, es un punto donde se
deberá presionar en los próximos días.
2) La solicitud de auditoría no adelantó
formalmente una declaración del tipo
“yo gané”; sino más bien “tengo pruebas de irregularidades que cuestionan el
resultado”. Sin embargo, si se cree que los resultados no son los que arrojó el
escrutinio, sólo hay tres posibilidades:
A.- Se
piensa que Maduro ganó, pero por mayor diferencia;
B.- Se
piensa que Maduro ganó, pero por menor diferencia;
C.- Se
piensa que Maduro perdió (¿hace falta decir quién habría ganado en este
supuesto?).
¿Es posible que alguien crea que la intención sea demostrar alguna de
las dos primeras hipótesis? Entonces, amigo lector, sobran las elucubraciones al respecto con
ocasión de la rueda de prensa de Ocariz, aunque concordamos en que no lo
expresó bien.
3) Que no se trate de un nuevo
escrutinio y que, como se empeñó en remachar Oblitas, el acto de votación terminó para el CNE, tiene implicaciones
legales; pero NO influye en el uso de los resultados que arroje la Auditoría.
En realidad, sólo repercute sobre algún lapso y, aún, ello sólo respecto de una
de las vías legales de actuación. Ésta es seguramente la razón por la que la
proclamación se hizo tan apresuradamente. Si creen en el CNE que es muy difícil
darse cuenta de ello, cometen un acto supino de subestimación. ¡Excelente! En
lo que sí se equivocó Oblitas es en que tal resultado sería irreversible, sobre ello hablamos en el
punto 5. [No obstante, en general, legalmente tampoco es descartable a priori que se realice una variación
del escrutinio con ocasión del
proceso de verificación ciudadana, pero eso sólo es posible de verificar en el
campo, mientras se audita, y en la oportunidad prevista para esta actuación; no
nos referiremos a ello para no añadir confusión].
4) Lo importante es que, junto con las
irregularidades que YA están sustentadas, se pueda acopiar un cúmulo probatorio
más que suficiente para cuestionar ese
escrutinio y su resultado de los que antes hablamos. Política y
jurídicamente. Para ambas vertientes de actuación será necesario todo el apoyo
de los venezolanos.
5) Las resultas de la Auditoría, por lo
que queda dicho, no variarán el resultado declarado por el CNE de las elecciones del 14A, puesto que
éste ya fue el producto del escrutinio del órgano electoral (es a esto a lo que
se refería Oblitas con “irreversible”,
pero con piquete para que Ud. se confundiera); sino que podrían obligar a convocar una nueva
elección (según el caso, general, o referida a algunas mesas
electorales concretas); por encontrarse y sustanciarse en la revisión, que ese
escrutinio y su resultado no se corresponden con un proceso electoral limpio. Así que casi con seguridad, el nuevo
resultado, el resultado verdadero, vendrá
del pueblo convocado en elecciones,
NO de un acto administrativo del CNE o una sentencia, en algún momento
previo a la nueva elección. Esas
decisiones se contraerán a la nulidad de la votación.
6) ¿Hay otra manera de interpretar la
situación? Sí, digamos “académicamente”, podría darse un nuevo “total” a partir
de la Auditoría y con ello cambiar el escrutinio; pero es irreal contar con que
tal sería la decisión del CNE, tanto menos a partir de las declaraciones que
hemos comentado. De todas maneras, no es muy inteligente descartar formas de
cruzar el río antes de llegar al puente.
7) ¿Aún tiene dudas y dispone de
tiempo? Le recomiendo la explicación de José Ignacio Hernández (@ignandez) en
Prodavinci.com; puede accederla a través de este enlace: ow.ly/k8df3
JJOW
@jjortegaweffe
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