¿De quién depende?
“…adelantadas aquéllas tareas ahora van en serio, también y previsiblemente, a por nuestro presente”.
Hemos estado presenciando un caos de sucesivas y flagrantes lesiones al Estado de Derecho y a la Democracia, en un desorden aparentemente más propio de la irresponsabilidad que todos reconocemos en el combito que (des)gobierna a Venezuela que de alguna supuesta hoja de ruta pre-establecida.
Es una mera ilusión óptica: sí se trata de una táctica reconocible en la ejecución de un plan preconcebido.
¿Qué tienen en común las “expropiaciones” basadas en absurdos estadísticos y caprichosas pataletas; el asedio personal y judicial a Manuel Rosales; el desconocimiento a la voluntad popular y atropello a la Constitución Nacional que significa el despojo de competencias, recursos y hasta sede física, a la Alcaldía Metropolitana; la asunción inconstitucional de la administración de carreteras, puertos y aeropuertos por parte del Poder Central en desmedro de las Gobernaciones de Estado; la sentencia condenatoria a la pena máxima de 30 años para quienes todos -chavistas y demócratas- sabemos inocentes de las muertes del 11 de Abril de 2002; la amenaza de des-proclamación de César Pérez Vivas en el Táchira y la pretendida instalación de una “Asamblea Estadal Constituyente” en Portuguesa, que “sancionaría” una nueva Constitución Estadal, la cual declararía a ese Estado como uno “comunal-socialista”?
Pues, esta especie de “foquismo” sigue la lógica del depredador que corre tras la manada confundiéndola, dispersándola, moviéndola, hasta que algunos se desvían y -dentro de éstos- escoge a la presa más lenta, más débil, contando con la general estampida que los dejará solos e indefensos.
Se me argüirá en contrario que la Polar, las Gobernaciones, Ledezma, Pérez Vivas y Rosales no representan justamente el flanco más débil de la sociedad democrática, que sí parecieran exponer los comisarios y policías recién condenados después de casi cuatro (4) años de “juicio” y las organizaciones de la Alternativa Democrática en Portuguesa… Concedido, estoy de acuerdo… siempre y cuando se pueda hilvanar a su alrededor un verdadero movimiento de protesta y resistencia a los atropellos; de otra manera, la táctica de la estampida habrá cumplido su propósito y los individuos o instituciones, en solitario, exponen la misma debilidad frente al depredador sin escrúpulos.
Y he ahí el punto crucial: por separado, todos somos débiles frente al aparato del Estado, frente a la “nomenclatura” embriagada por el poderío del ventajismo y llena de audacia bajo el manto protector de la impunidad que les asegura el vasallaje de los Poderes Públicos que -paradoja propia de la mentira como norma de actuación- se supone que debían defender al ciudadano.
Para llegar hasta acá se han empeñado en destrozar al pasado, criminalizándolo hasta el extremo de la vergüenza, logrando así la falta de asidero en la identidad social que es necesaria para el reclamo y la crítica; y usando la supuesta culpa de aquel pasado para banalizar los desafueros del presente (un presente de diez (10) años de vejez y con vocación de eternidad).
Así, se encuentra siempre pronta y dispuesta la excusa del falso desierto de antaño para evadir la responsabilidad por tanta ineficacia e irresponsabilidad de hoy. Para explicar todo desaguisado (y guiso) de la actualidad, se apela siempre al chivo expiatorio de la falsa orfandad histórica, en aras de imponer al inerme cuerpo social la versión de la llegada de Adán, antes de cuyo advenimiento nada bueno existió.
Muchos en todos los bandos han comprado esta falacia, incorporándola a su discurso y -lo que es muchísimo peor- a sus creencias; sin darse cuenta de que la ausencia absoluta de referencia comparativa encomiable, hace imposible la noción de decadencia y disculpa todo desmán despojándolo del acusador: “esto es peor”.
Y se ha atentado también -aunque con previsible menor éxito- contra elfuturo, pretendiendo (des)dibujar a nuestra generación de relevo, presentándolos poco menos que como petimetres fatuos, superficiales y “atenidos”, todo con el fin de intentar asegurar que sólo los mediocres alabarderos, resignados ante el “Gran Líder”, tengan acceso al sueño de un país para mañana, aunque ello involucre un mañana sin país.
No tengo duda alguna que es imperativo insistir (insistirnos) en que no somos el bagazo de la humanidad que quieren hacernos creer, que tenemos y apreciamos lo bueno de nuestros pasado y futuro, condición básica justamente para ser lo suficientemente conscientes, maduros y responsables para identificar, criticar y evitar lo malo que también se encuentra en ellos.
Pero, es el caso que adelantadas aquéllas tareas ahora van en serio, también y previsiblemente, a por nuestro presente.
Por ejemplo: ¿Cree Ud. que la amenaza de sólo permitir la exhibición de películas “socialistas” en las Salas de Cine del país es cosa de poca monta; o, en todo caso, de menor importancia que la “expropiación” caprichosa e ilegal de distintos medios de producción?
Es la garra del Estado Totalitario en ciernes invadiendo sus gustos. Imponiendo contenidos, pretendiendo enseñarle qué pensar. No importa la aparente frivolidad del tema; lo que subyace trágicamente tras tan aparatosa iniciativa es la esencia de creer que, después de imponerle qué, cuánto, cómo y cuándo consumir los bienes y servicios que sólo produciría el Estado, pueden dictarle también el guión de su propia vida.
Otro tanto ocurre con el atropello a las competencias y ejecutorias de las autoridades electas y los golpes contra la descentralización. Se ha analizado, acertadamente, que se quiere inducir la desesperanza alrededor de la vía democrática del sufragio; así, la lógica buscada derivaría en que si su voto no cuenta ¿para qué emitirlo?
En todos estos casos es posible que asumamos el fácil camino de objetivar (poner fuera de nosotros mismos) la responsabilidad por la falta de importancia de nuestro voto, la intervención de las plantas de procesamiento de arroz o por la agresión a nuestros gustos cinéfilos, en las organizaciones políticas y/o en las autoridades electas y/o en cualquier otra cosa, grupo o personas.
Y resulta que cuán importante es mi voto (tanto como cuánto lo es mi gusto por las películas que me provoque), depende de la valía que yo mismo le dé y de hasta dónde estoy dispuesto a llegar, legal y legítimamente, en su defensa.
Pero mi efectividad y eficacia en esta defensa depende de que no sea un individuo solitario frente al aparato del Estado agresor; depende de mi unión con mis congéneres, depende de la unión de todos con los demás... y de lo organizados que estemos.
Por ello, es importantísimo que participemos, que nos afiliemos, que nos organicemos.
No importa en qué: es necesario pertenecer orgánica y organizadamente a una red social.
Si le parece bien alguna organización política, inscríbase en ella. Si ninguna le satisface, cree una nueva. Si siente que ése no es su camino, participe en la Asociación de Vecinos, en el Consejo Comunal, en el Club de Amigos de la Iguana Macho, pero afíliese, agréguese, organícese y ayude a organizar a otros. La complejidad del tejido social siempre será un freno a la pesadilla del “Caudillo-Ejército-Pueblo”.
Sobre ello ya escribía Nicolás Maquiavelo en “El Príncipe”, en cuyo Capítulo IV analizaba las diferencias entre Turquía y Francia bajo esta óptica, adaptado -claro- a aquélla realidad.
Y escribió también, en el Capítulo V:
Cita: |
“Porque, en verdad, el único medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla. Quien se haga dueño de una ciudad así y no la aplaste, espere a ser aplastado por ella. Sus rebeliones siempre tendrán por baluarte el nombre de libertad y sus antiguos estatutos, cuyo hábito nunca podrá hacerle perder el tiempo ni los beneficios. Por mucho que se haga y se prevea, si los habitantes no se separan ni se dispersan, nadie se olvida de aquel nombre ni aquéllos estatutos y a ellos inmediatamente recurren en cualquier contingencia…” |
Cita: |
“Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella, y tiendes el ala hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejas apagar no se reenciende jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: fría bazofia humana”. |
Cita: |
“Al chivo manso siempre lo arrean, que eso no pasa si es montaraz…y aunque el río sea muy manso, poquito a poco se enfrenta al mar”. |
Cita: |
"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados"Mateo; 5,6... "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos" Mateo; 5, 9-10. |
Estimado Sr. Ortega:
ResponderEliminarLo he seleccionado como receptor del reconocimiento "11 de abril". Puede buscarlo en http://elblogdelpadrecarlos.blogspot.com/2009/04/reconocimiento-11-de-abril.html
Saludos
Me excuso con ambos; sobre todo con Ud padre Carlos a quien agradezco su generosidad... Tenía tiempo sin entrar al Blog y se me pasó responder estos comentarios. De nuevo, disculpas y gracias.
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