Antonio Ledezma, Alcalde Metropolitano de Caracas, en huelga de hambre en la sede de la OEA
"Por eso, es importante repetir la consigna de las marchas caraqueñas: “¡Hey, OEA: ven pa´que veas!”. Y llamar a todos los demócratas venezolanos a apoyar este gesto de defensa de la Democracia que una vez más, adelanta Antonio Ledezma".
Los acontecimientos lucen decantados en Honduras: la Comunidad Internacional, azuzada por la ultra-izquierda latinoamericana, ha condenado generalizadamente la acción de expulsión forzosa del territorio a José Manuel Zelaya Rosales por parte de las FFAA; empero, ha ido extendiéndose -sobre todo en los pueblos del continente- el conocimiento de los artículos pertinentes de la Constitución hondureña que le dan piso jurídico a la actuación de los Poderes Públicos de ese hermano país.
Posiblemente haya más de una lectura de los hechos de hoy, Domingo 5 de Julio de 2009, en Tegucigalpa, en los que, con ocasión de un intento de arribar a suelo hondureño por parte del Presidente depuesto, una manifestación en su apoyo se reunió en las afueras del Aeropuerto de Toncontín y algunos manifestantes trataron infructuosamente de romper el cerco que las FFAA habían formado a su alrededor; dando pie a que TELESUR hablara de unos muertos inexistentes, sobre cuya ausencia dejó constancia la Cruz Roja Hondureña, de lejos mucho más confiable que la cadena televisiva oficial del chavismo en el continente. Al momento de escribir esta nota, sin embargo, se habla de un muerto en la manifestación.
Pero, personalmente, pienso que estos sucesos nos pueden dar una idea tanto del clima de agitación que viviría Honduras hoy, de tener a Zelaya detenido a cargo de los cuerpos de seguridad, como de la forma en que tales eventos de agitación serían cubiertos y difundidos por los medios de propaganda de la ultra-izquierda latinoamericana.
Ahora bien, coetáneo a estos acontecimientos, ha surgido un llamado de atención a la OEA en Venezuela.
Su simultaneidad con los hechos de Honduras le dan un relieve excepcional, convirtiéndolo en un punto que puede terminar en vergonzante mácula para la Comunidad Internacional y del Hemisferio; que puede llegar a configurar una bofetada a la capacidad de respuesta internacional y que, al menos hasta ahora, sugiere a quien haga un análisis apenas somero sobre ello, cuáles podrían ser los entretelones del “lobby” venezolano que logró tan contundente manifestación a favor de la “Democracia” y del “respeto a la voluntad popular expresada en elecciones” por todos los países integrantes de la OEA, pero referido a la situación de Honduras; mientras nada ha dicho el Foro de los Estados del Hemisferio, durante larguísimos años, sobre las numerosas denuncias de violación del Estado de Derecho interno y de la Carta Democrática Interamericana, por parte del (des)Gobierno de Venezuela, llegando hasta el extremo de un expreso desconocimiento y desacato de sentencias de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.
Método de “lobby” éste, sólo posible por la falta de control administrativo sobre los recursos de la empresa petrolera venezolana, PDVSA, y cuya factibilidad de ser usado expusieran en su vergonzante desnudez los tristemente famosos casos de los maletinazos de Argentina, con su saga de oscuras revelaciones a cargo de Guido Antonini Wilson; y de Bolivia, con un avión de las FFAA venezolanas huyendo de las pedradas del pueblo boliviano y dejando tras de sí, al -a la sazón- "emisario del maletín".
Se trata de la iniciativa de un digno político venezolano, tercamente constante en la denuncia de los desmanes del régimen que dura ya diez (10) años en Venezuela y que amenaza explícitamente con eternizarse en el poder; y quien en las más recientes elecciones de Alcaldes y Gobernadores resultó designado por el pueblo como Alcalde Metropolitano de Caracas, superando todo el ventajismo y las trapisondas del (des)Gobierno de Hugo Chávez: se trata de la huelga de hambre, en la propia sede de la representación de la OEA en Caracas, de Antonio Ledezma, con el propósito de llamar la atención del Organismo Internacional sobre el Golpe de Estado continuado que Hugo Chávez viene perpetrando en contra de las Instituciones Democráticas y el Estado de Derecho en Venezuela.
Desde que ganara las elecciones, el Alcalde Metropolitano y la población de Caracas han sido testigos y víctimas de un bochornoso despojo:
1) Primero de las sedes de la Alcaldía, incluyendo la histórica en que se encontraba el Despacho del Alcalde, en forma violenta, por vías de hecho ejecutadas por grupos afectos al régimen, bajo la complaciente mirada de los órganos de seguridad del Estado bajo el mando del Ejecutivo Nacional;
2) Luego, de las atribuciones de la Alcaldía, mediante la inconstitucional creación de una instancia paralela, designada a dedo por el Presidente en desconocimiento y violación de expresas disposiciones constitucionales y legales y -desde luego- con total desprecio por la manifestación de la voluntad popular expresada en elecciones (¿acaso no saben en la OEA que al Alcalde Metropolitano de Caracas lo elige el pueblo, tanto como al Presidente de Venezuela o de Honduras?), instancia a cuyo cargo fueron derivadas las atribuciones que tenía consagradas la Alcaldía Metropolitana… y,
3) Finalmente, como era de esperar, de los recursos económicos que le corresponden para atender las necesidades del pueblo que lo eligió.
En este último aspecto, mantienen secuestrados los recursos del pago de los empleados de la Alcaldía, la archiconocida Partida 4.01.
Creo pertinente una aclaratoria: en Venezuela, el Presupuesto Público es rígido por partidas (vale decir: con cargo a los recursos contemplados para una determinada partida, sólo se pueden atender gastos relacionados con los rubros cubiertos por tal partida presupuestaria), aunque el ordenamiento jurídico prevé mecanismos de modificación presupuestaria.
Ahora bien, la prosecución de estos procedimientos y mecanismos -siguiendo todos sus pasos y en situaciones justificadas- ha servido en anteriores ocasiones para inhabilitar adversarios políticos, impidiéndoles hasta por trece (13) años la participación en elecciones, como fue el caso de Leopoldo López, ex-Alcalde del capitalino Municipio Chacao, de extensa y reconocida popularidad entre los habitantes de Caracas; a diferencia de lo que ocurre con el Ejecutivo Nacional, el cual lo modifica a placer y sin formalismo ni procedimiento alguno, este sí ilegalmente, pero impunemente.
Por lo que no es nada aventurado colegir que Chávez y su combo lo que están buscando es que cualquier solución que el Alcalde y el Cabildo agencien para pagar sus salarios a los empleados, mediante la ejecución de los mecanismos de modificación presupuestaria de Ley, sirva de excusa para inhabilitarlos políticamente y así, descartar a Antonio Ledezma como potencial adversario electoral futuro.
Por eso, es importante repetir la consigna de las marchas caraqueñas: “¡Hey, OEA: ven pa´que veas!”. Y llamar a todos los demócratas venezolanos a apoyar este gesto de defensa de la Democracia que una vez más, adelanta Antonio Ledezma.
En Honduras, la Democracia saldrá fortalecida cualquiera sea la evolución previsible de la situación, una vez llegados al punto en que ésta se encuentra hoy, no tengo duda.
En Venezuela, seguimos con la asignatura pendiente.
Veremos si la OEA es coherente en su tratamiento de ambos casos. Y, también, cuánto apreciamos realmente la Democracia los venezolanos.
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